Con profunda tristeza, la comunidad de Toribío lamenta el asesinato de Nelson Eduardo Escue, conocido cariñosamente como «Pikoro», cuyo cuerpo sin vida fue hallado este sábado. Su familia había reportado su desaparición desde el día anterior, y hoy se confirmó la trágica noticia.

Escue, quien trabajaba como domiciliario, había sido víctima de un atentado semanas atrás, del cual logró recuperarse. Sin embargo, su retorno a la cotidianidad fue interrumpido por este nuevo hecho violento, que deja en orfandad a sus dos hijas y genera consternación en la comunidad.
El crimen se suma a la preocupante ola de violencia que persiste en la región, donde líderes sociales y comuneros siguen siendo blanco de ataques. Organizaciones locales exigen respuestas y medidas efectivas para frenar estos actos que siguen enlutando al pueblo.

Las autoridades aún no han emitido un comunicado oficial sobre lo sucedido, pero se espera que inicien investigaciones para esclarecer los hechos y dar con los responsables. Mientras tanto, el llamado de la comunidad es claro: basta de violencia en los territorios.