
Este hecho sucedió alrededor de las 11:00 de la noche del sábado 1 de enero, cuando sujetos que se movilizaban en motocicleta se acercaron a dichas instalaciones para luego lanzar el explosivo.
“El artefacto impactó una de las garitas donde permanecía un soldado profesional, quien terminó con varias laceraciones en sus piernas, tras ser alcanzado por las esquirlas generadas por la detonación de la granada”, explicaron integrantes del Ejército, el cual permanece en la estación.
Luego, en la verificación de esta situación, los policías y soldados encontraron una espoleta, corroborando así qué clase de explosivo lanzaron contra las instalaciones policiales.
Pobladores denunciaron que Varias viviendas del casco urbano fueron pintadas con grafitis alusivos al GAO-R Dagoberto Ramos Ortiz. La gente no puede pasar al estado de los policías o soldados, por temor quedar en medio de estos ataques.
En otros casos, hay mensajes de que las personas no pueden movilizarse en vehículos con los vidrios polarizados, a menos que estos permanezcan arriba cuando se movilicen por esta localidad.
“Bajan los vidrios o le damos plomo”, es la advertencia que hay y que está escrita en los accesos viales al municipio, el cual junto con Miranda, Toribío, Caloto y Jambaló están bajo la influencia de la disidencia de las Farc más numerosa.
“Acá está la guerrilla otra vez, es mejor hacer caso y si miró algo, hacerse el loco para no tener problemas”, relatan los pobladores, quienes adelantan sus actividades cotidianas en medio de este ambiente hostil de otra guerra en su municipio.
Fuente: Periódico Virtual